Todos los que hemos practicado deporte (y muchos de los que no lo han hecho) hemos sufrido algún tipo de lesión. Si no son contusiones, son asuntos musculares o articulares...
Por suerte, nuestro equipo tiene este año una plantilla muy amplia (14 fichas más 4 jugadores que entrenan regularmente) con lo que podemos sobrellevar posibles lesiones mucho mejor que el año pasado cuando nos llegamos a quedar con 5 jugadores útiles durante un partido.
A pesar de nuestra flexibilidad, tenemos que cuidar los aspectos de preparación física para que, de ocurrir lesiones, sean de poca inmportancia. Este año, hemos trabajado bastante bien aspectos físicos a principio de temporada para mejorar nuestra condición general y la resistencia de los jugadores.
Pero eso es solo una parte. Hay otra pata fundamental para prevenir lesiones: la técnica. Si un atleta corre de forma inadecuada, es muy probable que sufra lesiones articulares y musculares. Si un jugador de baloncesto no ha trabajado correctamente la recepción de un pase, la probabilidad de que se haga daño en los dedos o muñeca al recibir pases fuertes, es mucho mayor.
Cuento esto porque, a pesar de tener estos dos factores en cuenta en la planificación de las sesiones, estamos padeciendo una pequeña racha de lesiones de diversa consideración (un par de esguinces leves, tres sobrecargas musculares, tendinitis y alguna falange machacada).
Los factores individuales y la (mala) suerte también influyen. Es posible que la carga de trabajo físico sea excesiva para algunos de los chavales y la técnica insuficiente para otros. Tendremos que evaluar el asunto antes de proponer las siguientes sesiones de entrenamiento.
P.D.- El Viernes, mis chicos se portaron muy bien y trabajaron estupendamente. Concentrados y con ganas. Así da gusto entrenar.
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