¡Uñas! ¡Más Uñas!

Una vez más, un viaje se cruzó en mi camino. Con tan mala fortuna que esta vez me llevaba a perderme el último partido.

Como he comentado en otras entradas, nuestra calsificación para la fase final se nos complicó mucho tras el partido Heisenberg contra SAFAUR.

Aquél día no fuimos capaces de darle la vuelta a nuestro basket average particular con los de Nervión y eso nos obligaba a ganar 3 partidos de los últimos 4 para clasificarnos.

¡¡Que disfrute!!

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El otro día fue la fiesta de fin de temporada del club. El año pasado me la perdi (viajes laborales) así que no tenía ni idea de cómo era el ambiente.

Oportunidad perdida

Hay ocasiones en que lo impensable se pone a tiro. La historia del deporte (y del baloncesto en particular) está llena de resultados inverosímiles. Competiciones que, presentando a priori una diferencia muy grande entre los participantes, acaban teniendo un desarrollo mucho más ajustado de lo esperable.

Escalando

Es la mejor definición que se me ocurre para este partido. Una escalada difícil con el rival y nuestra pesadez mental como lastres.

Nunca es fácil jugar dos partidos en días consecutivos. Menos si las sensaciones del primer día no han sido buenas. Y si los recuerdos del rival son de color de rosa, la tensión mental del jugador decrece aún más. Durante el calentamiento hablamos de la importancia del partido y de la concentración que necesitamos mantener los 40 minutos para jugar como podemos.

Planeando

Proseguimos nuestro camino en la competición jugando en pista de C.B. Maristas. En la ida los habíamos derrotado con cierta holgura, pero sin jugar bien hasta el último cuarto. Además debemos afrontar los partidos que nos quedan con mucha tensión (nuestro objetivo es ganar 3 de los 4).

Partido Heisenberg

Werner Heisenberg fue un notable físico alemán del siglo pasado. Galardonado con Nobel a los 31 años, este señor prácticamente inventó la mecánica cuántica y es conocido, sobre todo por enunciar el Principio de Incertidumbre que revolucionó la física y la filosofía. Pues el partido que nos ocupa, caía enteramente en esta categoría. La de la incertidumbre.