Jugábamos en casa ante Safaur, con los que perdimos en la ida en un partido muy intenso. La igualdad entre las dos plantillas, los resultados cortos que siempre hemos tenido con ellos y la importancia del resultado (estamos luchando ambos por conquistar la cuarta plaza de nuestro grupo) indicaban la importancia del partido. Nuestro objetivo, ganar por más de 4 puntos.
Y comenzamos con buen pie. Nuestro primer cuarto fue excelente y conseguimos controlar el juego. El rival no encontraba la manera de parar a nuestro base y la defensa rayó a buen nivel (sin ser excelente). Al término del mismo, nuestro objetivo se cumplía (ganábamos de 5).
El segundo cuarto comenzó incluso mejor y aunque el juego se equilibró un poco, tuvimos claridez resolutiva en ataques rápidos para llevar el marcador hasta los 8 puntos de ventaja que campeaban al descanso. Ventaja que se desvaneció en el primer minuto del tercer cuarto. En una secuencia de errores impropia del equipo, perdimos varios balones seguidos en nuestros saques de fondo y la defensa de las transiciones rivales fue paupérrima.
Fueron nuestros peores momentos en todo el año. Por fortuna, pasados 3 minutos (tiempo muerto y sentada del entrenador incluida) conseguimos capear el temporal y tranquilizarnos lo suficiente para contener la hemorragia.
Llegamos al último cuarto con todo por decidir, con un punto a nuestro favor. Lo previsible era que pusiésemos la directa para asegurar la victoria pero las cosas no funcionaron. Concedimos muchas facilidades a su transición ofensiva y en ataque nos obcecamos en acciones individuales, sin buscar ventajas.
Estábamos perdiendo claramente (6 abajo con 2 minutos por jugarse) y no parecíamos capaces de reaccionar pero los jugadores apretaron los dientes en defensa y comenzamos a aprovechar algunos ataques.
Así llegamos a la secuencia 'Heisenberg' del partido:
Faltando 30 segundos, con 2 tiros libres para el rival, pedimos tiempo muerto para establecer nuestra estrategia con calma. Pedimos confirmación a la mesa del marcador ("dos abajo") y explicamos nuestras alternativas a los jugadores para asegurar la prórroga (queríamos vencer de más de 4 puntos).
El rival anotó únicamente el segundo tiro libre por lo que disponíamos de 30 segundos para anotar 3 puntos más que el rival. La jugada fue rara, embolicada, con muchos nervios y terminó con un triple desde la esquina que no entró (por poco).
Gran decepción en los chicos que se fueron a felicitar al rival... rival que pensaba que estábamos empatados y se llevó un alegrón enorme... alegre sorpresa que sorprendió a su vez a la oficial de mesa que me preguntó, candorosamente:
¿Por qué lo están celebrando, si habéis ganado vosotros?
¿Como? Cuando he pedido el tiempo muerto me has dicho que íbamos dos abajo, han metido un tiro libre y nostros hemos fallado. Así que hemos perdido de tres ¿no?
¡Qué va! 54-53 habéis ganado. Íbais dos arriba y han metido un tiro libre. Habéis ganado.Os podéis imaginar el alegrón nuestro (y la amarga decepción de nuestros rivales). La situación fue absurda y llovieron quejas del público sobre el marcador final que ya no se movería más quedando en:
C.N.S - 54
Safaur - 53
- Aspectos positivos:
- Intensidad defensiva.
- Juego en transición.
- 1x1 de los exteriores.
- Aspectos negativos:
- No se alcanzó el objetivo marcado (ganar de 5).
- Circulación de balón.
- Confianza de algunos jugadores.
- Tiros libres (como siempre).
Ahora nos quedan 4 partidos y tenemos que ganar 3 para tener alguna opción de meternos en la segunda fase. ¡Animo!
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