Mumbai (India), 2009.
Los musicales, generalmente, me aburren. Los números musicales en medio de una historia, salvo casos excepcionales, me resultan forzados y sin interés. Es extraño porque me gusta la ópera y de pequeño me fascinaban las pelis de Fred Astaire (no así las de Disney).
Hace año y pico me cayó en suerte un viaje a la India por motivos de trabajo. India es un país enorme y lleno de contrastes. Si preguntamos a una persona al azar qué sabe de la India, probablemente mencione Ghandi, Elefantes, Templos, Reencarnación, Comida picante...
Pues yo, desde que supe que iba a ir allí tuve una ilusión: Ir al cine. La industria cinematográfica Hindú es la más productiva del mundo. El cine es el pasatiempo favorito de su sociedad y han creado en torno a Bombay un guirigay que llaman Bollywood (la B es por Bombay).
Los espectadores del lugar quieren ver amor, pasión, bailes, cantes, colores, humor... vamos, el paquete completo. Más que por gusto del género, quería verlo por conocer algo distinto. Tuve que esperar hasta mi cuarta visita a Bombay para darme el gusto. Disfruté como un enano.
La peli se titula Rab ne bana di Jodi (algo así como una pareja hecha por Dios). Al margen de las dosis espirituales y de apelaciones al destino como parte integral de nuestras vidas, es una comedia romántica entretenidísima, divertida, tierna...
EDITADO: Tuve que cambiar el video por uno más corto porque el enlace original ha sido retirado de Youtube :(
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