La temporada continúa y tras encadenar 3 derrotas, nos encontrábamos ante un partido crucial. Nuestras opciones de clasificación para la siguiente fase pasaban por ganar todo lo que nos queda hasta el final (5 partidos) para no depender de terceros.
El viaje comenzaba el Sábado en Gelves.
C.B. Gelves 52 - CNS 47
Mirando el calendario, el del Sábado era el partido clave. Los chicos de Gelves sólo habían perdido con el Cajasol B y se presentaban como el rival a batir para acceder a la segunda plaza. A nosotros nos ha llegado el encuentro lejos de nuestro punto óptimo de forma, con varias bajas importantes y sobre todo muchas dudas en el ánimo.
Sabedores de éstas limitaciones, enfocamos nuestro trabajo de la semana a pulir los aspectos defensivos y mentales que nos estaban fallando. Buscábamos reencontrarnos con nuestro juego.
El partido comenzó con los habituales "minutos de tanteo" sin brillantez en los que no logramos imponer nuestro ritmo. Mediado el primer cuarto, una sucesión de pérdidas de balón sirvió para que los locales sacasen ventaja que intentamos limar con paciencia (17-12 al término del primer cuarto).
El segundo cuarto fue un calco del primero. Algo desconectados, nuestros chicos no lograban reaccionar y el rival fue aprovechando nuestros errores en la salida del balón para ampliar su ventaja Llegando a medio partido con un duro 35-25 sin que las sensaciones del juego fuesen buenas.
Tras la charla en el descanso, el equipo tuvo un atisbo de reacción. La intensidad defensiva subió de nivel y las sensaciones fueron mucho más esperanzadoras. Desgraciadamente, algunos errores absurdos (pasos) y la falta de acierto de cara al aro no acompañaron nuestros esfuerzos y entramos en el último cuarto con 11 puntos de desventaja (44-33).
Hasta el minuto 3 del periodo final no conseguimos anotar. Nuestras dificultades de cara al aro frustraban el buen trabajo hecho en defensa. Fue entonces, con 15 puntos de desventaja en el marcador, cuando el equipo se reencontró con las buenas sensaciones.
La agresividad defensiva creció hasta niveles de hace un par de meses. Cuando nuestro equipo alcanza ese estado, las opciones ofensivas son mucho más claras y el ánimo parece otro. En apenas 7 minutos logramos remontar 10 puntos de desventaja.
Nadar para morir en la orilla. Puede ser. Nos queda la sensación de que, de haber apretado más los dientes en defensa desde el principio (o de haber tenido un poquito más de acierto) el partido podría haber sido nuestro.
Esperemos que las brasas de esos últimos minutos nos sirvan para alimentar el fuego de los próximos encuentros.
1 comentario:
Lo importante está en saber que pueden, a ver si la próxima se enchufan desde el principio y nos regalan una victoria.
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