Llevo dos semanas malo. La había esquivado un par de años, pero esta vez, la gripe me enganchó bien. Sobre todo mucha fiebre. Ahora que la voy dejando atrás quedan sus secuelas típicas: mocos, tos y sinusitis (que duren poco).
Entre tanto hemos jugado (y perdido) dos partidos más y algunos síntomas de fatiga mental han empezado a vislumbrarse. Reseñas rápidas de ambos partidos:
Entre tanto hemos jugado (y perdido) dos partidos más y algunos síntomas de fatiga mental han empezado a vislumbrarse. Reseñas rápidas de ambos partidos:
CNS 32 - Cajasol "B" 81
Cuando uno se enfrenta a un rival que, a priori, es mucho más poderoso, hay dos formas de preparar mentalmente el enfrentamiento: La Quijotesca (¡non fuyades!) y la Sancho Panza (mire vuesa merced, que esos no son gigantes, son molinos). A pesar de que hemos optado por el enfoque quijotesco en ambos partidos contra los cajistas, los resultados no han sido alentadores.
Hay rivales que, por potencial, te pueden ganar ellos solos, pero perder los partidos, eso sólo está en manos propias. Cuando se conceden 18 rebotes ofensivos, se pierden 36 balones, toda explicación de un marcador es innecesaria.
Superados en todos los frentes, tardamos más de 20 minutos en ejecutar la salida de presión de forma correcta y eso nos costó la paliza que nos dieron.
C.B. Maristas 49 - CNS 48
Hace dos sábados jugamos un partido interesante. Nuestro rival nos causó buena impresión en la ida (a pesar de nuestra victoria clara) y nuestros problemas de concentración auguraban un partido duro y competido hasta el final. Las cosas se nos complicaron durante los días previas en formad e bajas y acabamos presentándonos al partido con apenas 8 jugadores útiles.
Tras un primer cuarto igualado, de tanteo mutuo, en el segundo parcial, el equipo apretó algo más en defensa y se reencontró con sensaciones positivas. Mediado el tercer cuarto el vendaval de juego era arrollador y la diferencia a nuestro favor creció asta los 17 puntos. Escogiendo bien nuestras opciones de ataque posicional, en defensa conseguíamos tener ese punto de histeria que necesitamos para dar nuestro mejor nivel.
Y se nos apagó la luz. El rival nos planteó una presión correcta y nos deshicimos en pérdidas absurdas (igual que ante Cajasol) tratando de conducir el balón en bote. Llegamos a un minuto final de infarto donde entre rebotes ofensivos concedidos y tiros libres fallados, Maristas logró darle la vuelta al marcador para imponerse por un punto a escasos segundos del final (tras rebote ofensivo).
P.D.- Soy un tío optimista. En serio. Incluso me han definido como “inasequible al desaliento”. A pesar de nuestro mal momento en resultados hay cosas positivas sobre las que construir. Creo en el equipo. Sólo necesitamos un poco de confianza y tranquilidad para reencontrarnos con nuestra versión buena.
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