Por aquel entonces, cuando no estábamos en clase, llevábamos un nivel de actividad frenético. Sobre todo haciendo deporte (baloncesto, fútbol, atletismo, natación, tenis...).En casa, pasábamos pocos ratos de ocio. Cuando lo hacíamos, nuestros juegos más habituales eran la brisca, la pocha (fuente de gozo inagotable), el monopoly o partidillos de futbol con una pelota de tenis en el larguísimo pasillo del piso...
