Me parece que lo que se requiere es un exquisito equilibrio entre dos necesidades en conflicto: el escrutinio más escéptico de todas las hipótesis que se nos sirven y, al mismo tiempo, una gran apertura a las nuevas ideas.
Obviamente, estos dos modos de pensamiento están en cierto conflicto. Pero si eres capaz de ejercer sólo uno de estos modos, sea cual sea, estarás en un grave problema. Si sólo eres escéptico, entonces no penetrará en ti ninguna idea nueva. Nunca aprenderás nada nuevo. Te convertirás en un viejo cascarrabias convencido de que la estupidez domina el mundo. (Hay, por supuesto, muchos datos que te apoyan).
Pero de vez en cuando, tal vez una vez de cada cien casos, una nueva idea aparece en el mercado, es válida y maravillosa. Si tienes demasiado hábito de ser escéptico, la pasarás por alto o te molestará, en cualquier caso te plantarás ante el camino de la comprensión y el progreso.
Por otra parte, si estás abierto al punto de la credibilidad y no tienes nada de sentido escéptico dentro de ti, no podrás distinguir las ideas útiles de las que no tienen valor. Si todas las ideas tienen igual validez, entonces estás perdido, debido a que entonces, en mi opinión, ninguna idea tendría validez en absoluto.
Carl Sagan (vía Ciencia Kanija)